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LA PUBLICIDAD SUBLIMINAL

          Imágenes, vídeos, frases, o sensaciones que acceden a nuestro cerebro de forma subconsciente para influir en nuestra voluntad. Hay diferentes investigaciones sobre el tema, algunas defienden su existencia, otros aseguran que es un “cuento chino”. ¿Existe realmente la publicidad subliminal? ¿Es un mito o una realidad?

 

En el caso de Coca-Cola, por ejemplo, se pueden ver estudios como el de James Vicary, que introdujo las frases “Come palomitas” y “Bebe Coca-Cola” entre los fotogramas de una película. El consumo incrementó en un 57,8% y un 18,1% respectivamente. Por otro lado, Del Hawkins, realizó un estudio a dos grupos para identificar marcas de automóviles, o eso es lo que hizo creer a los espectadores. En realidad, introdujo un fotograma con palabras sin sentido durante 2,7 milisegundos al primer grupo, mientras que al otro le hizo ver un corto de 15 minutos en el que aparecía la palabra “Coca-Cola” 40 veces. Concluyó en que el segundo grupo había incrementado su sensación de sed.

 

Impresionante, ¿verdad? Si creer en la publicidad subliminal fuera tan sencillo como leer estas dos investigaciones no sería un tema tan controvertido. Años después, tras repetir los experimentos, se demostró que los datos del primer caso habían sido alterados, y los del segundo eran irrelevantes por no haber diferencias entre grupos.

 

Al principio has creído en la existencia de la publicidad, pero ahora sabemos que los estudios después demostraron que no, la publicidad subliminal no existía. Entonces, ¿por qué existe una ley que la prohíbe? Llegados a este punto, compruébalo por tí mismo viendo este vídeo, y recuerda, no sigas leyendo hasta haberlo visto o alterarás el resultado.

 

 

 

 

 

 

No solo hay ejemplos con Coca-Cola, muchas otras marcas, películas, series y demás se han visto adentradas en el tema. Es destacable el caso de los Simpson, una serie que todos ven día a día a la hora de comer, sin notar “sensaciones diferentes”.

 

Googlear “Simpson publicidad subliminal” significa recibir al instante miles de búsquedas con imágenes que señalan ejemplos de carteles, palabras, formas o siluetas que no vemos a simple vista, pero que al verlas señaladas nos hacen plantearnos por qué esas imágenes, generalmente sobre temas controvertidos, están ahí.

 

En los casos anteriores vemos el accidente de las torres gemelas, ¿solo un caso más en que los Simpson cita temas de importancia internacional? A su lado, vemos unas siglas parecidas a las de MTV, a simple vista no las vemos, pero algunos citan esta imagen como ejemplo de publicidad en la que subconscientemente MTV vendrá a nuestra mente.


¿Te parecen casos exagerados? Puede ser. Es cierto que hay muchos casos en los que se habla de “subliminal” de forma forzada, cuando es una simple coincidencia, juego de palabras, o referencia a otro hecho. Pero, ¿quién decide cuándo es lo uno y cuándo lo otro?

¿Qué has visto? Diversas publicaciones, libros y blogs hacen referencia a este vídeo como ejemplo de publicidad subliminal. Según estos estudios, si has sido capaz de ver una silueta femenina en el helado no es algo subliminal, sino un juego de asociaciones del publicista que anunciaba un helado light. Si no lo has visto, por el contrario, la publicidad subliminal ¿existe?.

 

Cada uno con su opinión, tres personas que trabajan o estudian en el campo de la publicidad han sido entrevistadas, y han respondido a preguntas sobre la publicidad subliminal. Por ejemplo, Ivan Pérez, estudiante de 4º de Publicidad y Relaciones Públicas nos contaba que ha realizado varios trabajos sobre la publicidad subliminal y que en su opinión no es más que publicidad hecha para generar más publicidad. Koldo Edorta Atxaga, profesor de Creatividad en la UPV/EHU, tampoco cree en la existencia de este tipo de publicidad, piensa que  “si existiera la publicidad subliminal, ya nadie haría publicidad convencional, todos harían subliminal”. Por otro lado tenemos a Ana Santamaria, estudiante de 1º de Publicidad y Relaciones Públicas, ella en cambio cree en la publicidad subliminal, y más que eso, la considera muy interesante y curiosa. Las conclusiones han sido que quienes llevan más tiempo estudiando el tema creen que todo se trata de “un cuento chino”, mientras que los que menos experiencia tienen confían en ella. ¿Se tratará, en ese caso, de un tema de mera experiencia?

 

El pez que se muerde la cola, el huevo y la gallina, la casa por el tejado… No está demostrada científicamente, y si existiera no podríamos darnos cuenta, por eso es subliminal. Si hubiéramos conseguido verla dejaría de serlo para convertirse en juegos de palabras o asociaciones conscientes a otros conceptos.

 

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